Vamos a ser claros: la lejía es ese todoterreno de la limpieza que puede salvarte la vida (o al menos el aspecto de tu casa) cuando todo parece perdido. Pero, ojo, también es como un cuchillo de doble filo. Si no la usas bien, puedes acabar en un desastre que ni el mejor meme podría arreglar. Aquí te cuento los errores más comunes que debes evitar al limpiar con lejía.