Hace unas semanas, una amiga me pidió que le hiciese un bizcocho. Era para celebrar un cumpleaños, pero tenía que ser sin gluten. Socorro!, pensé inicialmente. No tenía ni idea de cómo lo iba a hacer. Después pensé, ya está! Marta aprovecha esa harina de algarroba que te trajiste en verano en la maleta, aún a riesgo de enharinar toda la ropa.
Cuando me dispuse a hacerlo, fue todo una improvisación desde el principio hasta el fin. Entre varias opciones, descarté alguna por miedo a que no subiera el bizcocho y al final lo hice como os he dicho con harina de algarroba.
Os cuento como lo hice.
Ingredientes:
- 3 huevos
- 1 yogur natural (tomaremos el envase del yogur como medidor).
- 1/2 medidor de aceite de oliva (también puede ser aceite de girasol)
- 2 medidores de maizena
- 1 medidor de harina de algarroba
- 2 medidores de azúcar
- 1 sobre de levadura
Preparación:
He elaborado la masa como la de cualquier bizcocho, primero mezclamos los huevos con el azúcar. A continuación añadimos el yogur y el aceite y por último las harinas y la levadura tamizadas. Mezclamos bien la masa hasta conseguir una mezcla homogénea. Precalentamos el horno a 180º y untamos el molde en el que lo vamos a hornear con mantequilla o aceite en aerosol y un poco de maizena. Horneamos a 180º durante 45 minutos, calor arriba y abajo. El tiempo de horneado depende de cada horno, si tenéis dudas por si está cocido, lo mejor es pinchar con un palillo y comprobar que el bizcocho está cocido.
Os aseguro que os encantará este bizcocho y nadie se va a creer que no está hecho con chocolate.
Si tenéis problemas para encontrar la harina de algarroba, podéis recurrir a internet o tiendas especializadas.
Os dejo el enlace a mi post trucos para hacer bizcochos, por si a alguien le puede venir bien.
Os espero a todos por aquí el viernes, mientras tanto me podéis seguir en las siguientes Redes Sociales: