Para hoy os traigo gracias a Espuña, una tapa muy fácil de preparar y que me gusta servir cuando tengo invitados. Estos saladitos se pueden preparar en el tamaño que yo he hecho o un poco más pequeños. Los podemos rellenar de tantas formas como se nos ocurra, lo que sí es un hecho, es que al poco de ponerlos en la mesa desaparecen.
No me enrollo más y os dejo con la receta.
Ingredientes:
- 2 planchas de hojaldre
- 100 gr de hilos de chorizo Espuña
- queso en lonchas
- 1 huevo
- sal
Preparación:
Cogemos las láminas de hojaldre y las vamos cortando en rectángulos. En la mitad de estos rectángulos vamos disponiendo un poco de hilo de chorizo y un trozo de loncha de queso. Una vez tenemos los rectángulos con el relleno en medio los vamos cerrando bien, para que no se nos salga el relleno. Cubrimos una bandeja de horno con papel de hornear y vamos disponiendo nuestros saladitos encima de ella. Batimos en un plato un huevo con sal y pintamos los saladitos con el huevo ayudados de un pincel de cocina. A continuación los introducimos en el horno a una temperatura de 180º, durante unos 25 minutos, -esto dependerá del horno de cada uno-, pero vamos, sabremos que están hechos, cuando estén dorados por arriba.
Os dejo una imagen del lote que recibí gracias a productos Espuña, ni que decir que estos productos son de tan buena calidad que una vez en mi casa casi volaron. Mi hijo pequeño lo primero que hizo nada más los vio, fue comerse de una sentada el paquete de cañitas de fuet. Del jamón tengo que decir que estaba buenísimo y para gente como yo que soy un poco perezosa a la hora de cortar jamón este es ideal, ya que al estar envasado al vacío conserva todo su aroma y sabor.