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10 nov 2014

Una visita al restaurante de Sergi Arola

Por motivos de trabajo como reuniones o congresos en ocasiones tengo la oportunidad de acudir a restaurantes que realmente te regalan con una experiencia muy especial, tanto por el ambiente como por la excelente gastronomía.

La última experiencia de este tipo la viví en el restaurante del chef Sergi Arola, situado en el número 31 de la calle Zurbano en Madrid. Se trata de un restaurante con dos estrellas Michelín, y tras poder degustar su menú, entiendes porqué.

Visita al restaurante de Sergi Arola

Visita al restaurante de Sergi Arola

Os voy a contar brevemente en que consistió nuestra carta el día que tuvimos la suerte de acudir.

Como aperitivo tuvimos Candy de anchoas y mousse de aceitunas y pincho de tortilla de patatas.
La combinación de sabores era sencillamente magistral y ya te preparaba las papilas gustativas para todo el festival que iba a venir después.


A continuación nos sirvieron unas estupendas patatas bravas mixtas especialidad de la casa. Estaban tan buenas y los comensales acabamos tan rápido con ellas que ni siquiera tuve la oportunidad de hacer la fotografía. No penséis que eran unas patatas bravas al uso, tenían forma cilíndrica con un agujero transversal en el centro relleno de una salsa brava especial que se fundía en la boca al primer bocado. Ahora entenderéis porque se acabaron tan rápido

El entrante fue una Lasagna con mozzarella ahumada, helado de albahaca y consomé de tomate al horno.

Visita al restaurante de Sergi Arola

Visita al restaurante de Sergi Arola

La apariencia del plato de por sí ya era muy sugerente, pero el sabor era sencillamente espectacular. Sobretodo me llamó la atención el contraste  entre el frío del helado de albahaca , que no  era dulce, con la temperatura tibia queso. Sensaciones como éstas sorprenden a nuestros sentidos no solamente porque no estamos acostumbrados/as a ellas sino porque resultan muy agradables al paladar.

Tras la lasagna vino un falso "arroz crujiente" con salmonete y ajetes braseados


Visita al restaurante de Sergi Arola


El salmonete estaba delicioso, en su punto idóneo de cocción y el falso arroz en realidad eran migas de trigo, con un sabor tostado muy característico, aunque por su aspecto todos hubiéramos jurado que se trataba de arroz auténtico.

El plato principal era Rulo de picantón, relleno de picada clásica, tirabeques y consomé de poularda.

Visita al restaurante de Sergi Arola


Riquísimo. Aunque pueda resultar exagerado decirlo, este plato son de esos que rozan la perfección por el equilibrio de sabores y las sedosas texturas que te acarician el paladar. Estaba regado con un caldo que, al igual que pasó con la lasagna, vertían los camareros a la hora de servir el plato conservando de este modo intacta su suavidad y temperatura.

El postre fue, para mí, lo más impresionante. En general, me gustan mucho los "trampantojos" en cocina, es decir, esos platos que visualmente aparentan ser una cosa y luego realmente son otra cosa muy distinta. Pero es que este postre era un "trampantojo" lleno de poesía. Se llamaba "el Chocolate da la vida" y el aspecto, como podéis ver en la fotografía, era exactamente el de una plantita en una maceta -símbolo por excelencia del surgir de la vida- . Tanto era así que llegué a pensar que se trataba de un obsequio de la casa, pero no, se trata de un riquísimo postre compuesto de varias capas de elementos dulces, cremas y helados. No los recuerdo todos, pero se que el fondo era de remolacha y el recubrimiento, a modo de tierra, de virutas de chocolate negro. Incluso la plantita era una berza totalmente comestible. La sinfonía de sabores era tan elegante como la presentación.

Visita al restaurante de Sergi Arola

A modo de obsequio final nos sirvieron el equivalente dulce de las patatas bravas de la casa, así que esta imagen os servirá para haceros una idea del aspecto que tenían, pero en esta ocasión el cuerpo de la presunta"patata" era de chocolate y el interior de una deliciosa crema. El final ideal para un banquete digno de guardar en el recuerdo.

Visita al restaurante de Sergi Arola


Aunque el coste del menú de este tipo de restaurante no está al alcance de todos los bolsillos, si realmente sois amantes de la cocina y de las buenas experiencias seguro que podréis encontrar una ocasión especial para visitarlo. En mi caso, cómo os dije, al ser una comida de trabajo, tuve la suerte de ser invitado. No obstante también tengo pensado comentar en próximos post mi experiencia en restaurantes mucho más asequibles pero con una calidad igualmente excelente.